¿Y ahora qué le espera a la Selva Amazónica?

Por: Ferney Rojas, Coordinador de la Línea de Restauración y Conservación – CAEM

Bogotá, agosto de 2019.

La Selva Amazónica está catalogada como el pulmón de nuestro planeta, representa un poco más del 20% del oxígeno disponible en la tierra y por más de dos semanas ha estado en llamas sin que la comunidad mundial se haya dado cuenta de esto, miles de hectáreas se han degradado y amenazan directamente la pérdida de absorción de CO2 y de especies con gran valor ecosistémico para su equilibrio, este problema no es nuevo es más frecuente de lo que parece, sólo que son pocos los medios que anuncian esta pérdida de cobertura selvática, por no ser entre comillas un tema que mueva redes sociales, según expertos en el tema en las últimas tres décadas nuestro pulmón ha perdido más de la mitad de absorción de dióxido de carbono y si esta tendencia sigue, en menos de dos décadas habrá perdido toda su capacidad, esto se traduce en qué si la Amazonía quedará deforestada por completo se emitirían a la atmósfera por año, más de 50 mil millones de toneladas de dióxido de carbono lo que se traduce en la muerte masiva de organismos vivos generando un desequilibrio inmenso para la estabilidad del planeta.

La deforestación masiva es producto de una economía global que demanda cada día más y más productos, la mayoría de ellos, no son de primera necesidad, siendo las industrias:  Ganadera, agrícola (Cereales como la soya) el aceite de palma y la madera, las mayores responsables de la deforestación y el aumento de causas como los incendios forestales para la apertura de nuevas áreas que requieren estas prácticas.

Debemos ser conscientes qué existen soluciones muy sencillas las cuales se pueden implementar desde cada uno de los hogares, cómo reducir consumos y verificar sobre todo que los productos que consumimos sean sustentables y tengan certificaciones y sellos respectivos.

Según expertos la Amazonía podría tardar más de 200 años en recuperarse, siempre y cuando no sé sigan generando presiones sobre la selva, aunque esta es una utopía.

Si se iniciarán acciones concretas entre los gobiernos del mundo entero se podría hacer un trabajo de recuperación asistida qué podría tardar no menos de 60 años, lo cierto es que la pérdida de diversidad biológica es irreparable muchas especies endémicas siguen desapareciendo cada segundo y no tenemos modelos que permitan revivirlas.

Solamente en el último año la Amazonía ha triplicado la tasa de deforestación y los gobiernos no tiene la fórmula para garantizarle a las nuevas generaciones un planeta sostenible, sin embargo, siguen a espaldas ante este fenómeno que nos compete a todos.

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