El pasado 17 de noviembre las islas se vieron afectadas en horas de la noche por el huracán Iota que llegó a ser categoría 5 según lo informó el IDEAM, con vientos de más de 230 km/h que provocaron una subida de marea de hasta 5,5 metros y lluvias torrenciales que afectaron la comunicación y el servicio de electricidad.
Este evento afecto a las tres islas que suman 65.000 habitantes dejando miles de ellos sin vivienda y con pérdidas incalculables en muchos sentidos, incluida la afectación al medio ambiente. Como producto de los fuertes vientos los bosques secos tropicales perdieron aproximadamente el 90% de follaje, que desencadenan en la pérdida de especies de avifauna, reptiles, mamíferos y demás que habitan la zona.